La producción agrícola de Perú está enfrentando desafíos significativos debido al Fenómeno de El Niño (FEN). Este evento climático ha alterado las condiciones normales, afectando especialmente a cultivos de exportación clave como la palta y la maracuyá. Las bajas temperaturas en las zonas productoras han resultado en una proyección de menor volumen para estos productos, lo cual podría no cumplir con las expectativas de los mercados internacionales.
Según la Asociación de Exportadores (ADEX), las exportaciones de frutas crecieron un 14.6% en el primer trimestre del año en comparación con el mismo periodo en 2023. Las uvas frescas lideraron las exportaciones, seguidas de los arándanos y las paltas. Sin embargo, el impacto del FEN ha generado cambios en la producción. Elkin Vanegas, presidente del Comité de Frutas y Hortalizas de ADEX, indicó que las temperaturas inusualmente bajas han debilitado los cultivos, resultando en una producción insuficiente para las demandas internacionales. Esto es especialmente evidente en las cosechas de palta, que ahora presentan características diferentes a las requeridas por los mercados extranjeros.
Juan Carlos Paredes, presidente de Pro Hass, destacó que este año habrá una mayor proporción de paltas de calibre pequeño, debido a los cambios climáticos y fenómenos como Yaku y el FEN. Aunque los calibres pequeños solían tener un precio inferior, la escasez global ha elevado su valor. A pesar de esto, la menor producción por hectárea sigue siendo un problema, con una caída estimada del 15% al 30% en algunos cultivos comparado con 2023. Paredes también mencionó que muchos agricultores de palta no tendrán ganancias este año, a pesar de que los precios no han caído tanto como se esperaba. Sin embargo, hay esperanza para el próximo año con la llegada de La Niña, que podría traer temperaturas más favorables y una recuperación en la producción.
La situación de la maracuyá es similar a la de la palta. Este cultivo ha experimentado una caída significativa en el rendimiento de jugo, pasando de un 35% en 2023 a un 20% este año. El clima ha debilitado los campos, resultando en una producción insuficiente y, consecuentemente, en una menor carga de jugo. Este problema no se limita solo a Perú; otros países también han sido afectados por el FEN, lo que ha llevado a un aumento en los precios debido a la menor producción global. Ante estos desafíos, ADEX y el Gobierno están analizando el material genético de los frutales para encontrar variedades que puedan soportar mejor los cambios climáticos futuros, como una medida de prevención.
El impacto del FEN en la producción agrícola peruana subraya la necesidad de adaptarse a los cambios climáticos y buscar soluciones sostenibles. Los agricultores y exportadores deben prepararse para enfrentar condiciones climáticas impredecibles y adoptar estrategias que les permitan mantener la producción y la calidad de sus cultivos. Con el esfuerzo conjunto de instituciones como ADEX, Pro Hass y el Gobierno, se espera encontrar maneras de mitigar estos efectos y asegurar la estabilidad del sector agrícola en el futuro.
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