En el año 2023, diversos eventos climáticos, como las sequías a finales de 2022, el fenómeno de El Niño costero a principios de 2023 y el ciclón Yaku, han llevado al sector agropecuario peruano a contraerse por primera vez en varios años. Según Julio Veldarde, presidente del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), la actividad agropecuaria registraría su peor retroceso en los últimos 30 años, proyectándose una contracción del 3%, ajustada a la baja desde el informe de septiembre que estimaba un -2%. Este retroceso se atribuye principalmente a la caída del 4.3% en la producción agrícola, su peor resultado en los últimos 16 años, y a la disminución del 0.8% en la producción pecuaria, afectada por la gripe aviar.
La situación se ha reflejado en una notable disminución del empleo en el sector agrícola durante la segunda mitad del año. Hasta octubre, el empleo formal agrícola, especialmente en las empresas agroexportadoras de la costa norte, ha experimentado una reducción del 20%, afectando a 121,000 personas. Según Veldarde, este declive en el empleo se debe a una menor demanda de mano de obra, derivada de una disminución en la cantidad cosechada debido a los impactos continuos de El Niño a lo largo del año.
A pesar de este panorama sombrío, el Banco Central de Reserva del Perú proyecta una posible recuperación para el sector agropecuario en el año 2024. Se espera un crecimiento del 3.5%, con avances positivos tanto en el rubro agrícola (4.6%) como en el pecuario (1.6%). Veldarde sugiere que, si las condiciones climáticas se moderan, especialmente durante el tercer y cuarto trimestre del próximo año, se podría observar una recuperación significativa en el sector agrario. Aunque existen pronósticos optimistas, el comunicado del Enfen señala que aún persisten un 54% de probabilidades de un clima moderado y un 22% de probabilidad de un evento climático fuerte durante el verano del 2024.
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