La variabilidad climática en diversas regiones del Perú está impactando la producción agrícola y generando consecuencias tanto positivas como negativas. El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) brinda pronósticos para el próximo año, destacando las afectaciones por lluvias intensas en algunas zonas, como la sierra de Piura y partes de San Martín, Junín, Pasco, Huánuco y la selva de Cusco. Esta situación afectaría cultivos como café, cacao, banano, maíz amarillo duro, entre otros. Sin embargo, también se señala que algunas regiones, como Ica, se benefician con el Fenómeno El Niño, adelantando la cosecha de uva de mesa.
El Fenómeno El Niño costero está disminuyendo en intensidad, pero la variabilidad climática persistirá, influenciada por el El Niño global. El ingeniero de Agrometeorología del Senamhi, Wilmer Llano, destaca que los cambios de temperatura favorecen la incidencia de plagas, afectando productos como cacao, banano, palta, mango, maíz, café, olivo y arándano. Además, se advierte sobre el impacto en la calidad de la uva de mesa debido a las altas temperaturas en la costa central y norte. La nota destaca la situación favorable en Ica, donde la producción de uva de mesa ha experimentado un notable incremento.
En contraste, la región de Piura reporta impactos negativos en la agricultura debido al Fenómeno El Niño global. El presidente de la Cámara de Comercio y la Producción de Piura, Javier Bereche Álvarez, señala que la agricultura, especialmente la producción de limón y mango, ha sufrido pérdidas. La falta de floración en los mangos ha afectado la producción en Piura, mientras que zonas cercanas a Lima han logrado cierta cosecha. A pesar de las dificultades, se proyecta una mejora en algunos productos durante el segundo trimestre del próximo año, siempre y cuando las lluvias sean moderadas.
En Madre de Dios, se informa que la variabilidad climática ha causado estragos en los cultivos de maíz, plátano y cacao. El director regional de Agricultura, Carlos Ortega, destaca la inusualidad de los cambios climáticos, con bajas y altas temperaturas, así como fuertes lluvias. Las pérdidas de hectáreas comprometen la campaña 2023-2024, anticipando una disminución en la producción de plátano en 2024. A pesar de los problemas en la agricultura, los productos estrella de exportación, como castañas y nueces, registran problemas a menor escala.
En Puno, la escasez de lluvias ha afectado la agricultura, pero las precipitaciones a partir de la quincena de noviembre permiten cierta esperanza para la campaña agrícola de 2023-2024. La siembra se normaliza en el altiplano puneño, con cultivos como quinua, cebada, cañihua, habas y trigo. Sin embargo, se destaca la dificultad de generalizar la situación debido a la diversidad de zonas agrícolas y ganaderas. A pesar de la normalización de la siembra, el estrés hídrico ha afectado la crianza de ganado vacuno, disminuyendo la oferta de carne en los mercados.
En conclusión, la variabilidad climática en el Perú está generando impactos significativos en la agricultura de diversas regiones. Mientras algunas, como Ica, se benefician con incrementos en la producción de uva de mesa, otras como Piura, Madre de Dios y Puno enfrentan desafíos y pérdidas en cultivos clave. La necesidad de medidas de apoyo y adaptación se destaca, con llamados a prórrogas en pagos de créditos para agricultores afectados y la formulación de una nueva ley de fomento agrario para atraer inversiones. La situación evidencia la complejidad y la necesidad de estrategias específicas para abordar los diferentes impactos de la variabilidad climática en la diversa geografía peruana.
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