En un panorama donde la salud, el ambiente y las nuevas experiencias de consumo son primordiales, la industria láctea enfrenta desafíos y oportunidades únicas. Aunque la leche ha sido históricamente vital en las dietas, hay un cambio hacia la salud funcional. Los consumidores descubren su riqueza más allá del valor nutricional tradicional.
Según el informe “Las tendencias de consumo y el futuro de la leche” de Tetra Pak y Mintel, la leche es la bebida más demandada, representando el 12% del consumo mundial de líquidos, con un crecimiento proyectado del +2.5% en tres años. Las tendencias impulsadas por los consumidores abarcan: fortalecimiento inmunológico, cuidado ambiental, seguridad alimentaria y búsqueda de nuevas experiencias.
Un buen amigo del cuerpo: La leche no solo es reconfortante, sino también una herramienta de prevención contra enfermedades. La pandemia aceleró la conciencia sobre la inmunidad. Las marcas refuerzan propiedades inmunitarias con minerales y vitaminas.
Cuidado del ambiente: Los consumidores prefieren opciones más conscientes debido a su preocupación por el medio ambiente. Aunque el 26% de los jóvenes bebe menos leche por razones ambientales, el sector avanza hacia prácticas más sostenibles, comunicándolas en los envases.
Seguridad ante todo: Los consumidores buscan leche segura y saludable, con etiquetas limpias. La desconfianza hacia la producción industrial impulsa esta tendencia. Los envases proporcionan detalles exhaustivos sobre la producción para transmitir seguridad y pureza.
Nuevas experiencias: La demanda de momentos de placer y satisfacción impulsa la evolución de la industria láctea. Los consumidores buscan adaptabilidad tanto en casa como fuera. La diversificación de texturas y sabores responde a esta demanda, convirtiendo a la leche en una opción aún más atractiva.
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